domingo, octubre 20

Relatos de una Mente Caprichosa N#3: El extraño (Parte 3- penúltima parte)















Millones de criaturas espirituales caminan sobre la tierra invisibles, tanto cuando estamos despiertos como cuando dormimos ~ John Milton



Leer - Parte I

Leer - Parte II

                                                        CAPITULO III                                                         


No estaba convencida de lo que estaba por hacer, pero le miré a la cara. – Bien – fue todo lo que logré decir. Gabriel era el que llegó a salvarme. Aún así, no estaba segura si esto era buena idea, pero era lo que mi instinto me dictaba.

Condujo por lo menos 20 minutos sin decir nada, y a pesar de todo lo que tenía pensado decir en un comienzo, yo tampoco fui capaz de abrir la boca ¿Por qué tenía que ser siempre tan incómodo estar cerca de él? Para no parecer más nerviosa de lo que estaba, puse mi completa atención en la carretera, intentando distinguir en la oscuridad de la noche el camino por el que me llevaba pero incluso cuando me forcé a visualizar mi alrededor el pensamiento de él a mi lado en silencio iba y venía sin darme un minuto de tranquilidad – si  quieres puedes poner la radio, vamos a demorarnos por lo menos media hora más – dijo de repente.

- No lo creo, no gracias – sonó más hostil de lo que quería pero sería incluso más incómodo si hubiese música de fondo.

-¿Siempre tienes que ser así de …. Antipática? – dijo sin apartar la vista de la carretera.

- ¿Antipática?... – le miré fijamente, estoy segura que era una mirada asesina pero acaba de sacarme de mis casillas - acabo de ser casi asesinada por un tipo más que trastocado mental que por alguna retorcida razón me conectó contigo y pensó que haciéndome daño aparecerías… y adivina qué, apareciste… cómo el maldito superman, tu simplemente llegaste de la nada ¿Cómo rayos lo hiciste? – hice una pausa y tomé aire – No, no me respondas, creo que si lo medito con calma le tengo más miedo a la respuesta que tengas que darme.
  
Parecía incómodo, quizá no estaba preparado para que le tirara todo eso encima, pero rayos, él había comenzado, yo sólo me defendí. (¿Por qué ahora actuaba como una niña? - sin comentarios.)

- Bien, creo que al final no puedo esperar para llegar al maldito lugar – dijo pasándose una malo por el cabello, él volvía a estar exasperado.

Sin previo aviso dobló y estacionó el auto. Salió y cerró la puerta violentamente tras de él, estaba enojado, pero no sabía bien la razón así que no hice ademán de salir tras él, de todas formas no necesité hacerlo, cuándo se dio cuenta de que no lo seguía me abrió la puerta y me sacó de él.

- Suéltame, puedo salir por mi cuenta – grité y liberé su mano de mi brazo.

- Bien, ya que lo mencionas, creí que también necesitabas al maldito superman para que te abriera la puerta – su voz como el hielo.

- ¿Por qué tengo que aguantarte? Se suponía que me dirías lo que ocurrió, no que me regañarías como si tuviera 7 años Gabriel.

- ¡No tenía que regañarte cuando tenías 7 años!

Su comentario quedó flotando en el aire, era obvio que se le había escapado esa información. Podía verlo en su cara. Ahora era todo más confuso que en un comienzo y ya no tenía seguridad hacia dónde iba a parar esta conversación.

- ¿Qué?... ¿Qué acabas de decir?

- Yo… era una forma de decir – dijo con la mirada en el piso. Era pésimo mintiendo.

- ¡A la mierda! Si no puedes hablarme con la verdad, estamos perdiendo el tiempo – grité empujando mi dedo en su pecho - se suponía que me aclararías todo de una vez pero con cada cosa que dices parece que escondieras más y más secretos acerca de ti o de mi, o de cómo tú tienes una conexión conmigo cuando yo nunca antes te había visto – mi vista al frente, con ira. Luego di media vuelta y me preparé para volver al auto. Fue entonces cuando lo escuché.

- ¡SOY TU GUARDIÁN!, POR ESO YO SÉ DE TI PERO TU NO PUEDES RECORDARME, PORQUE SIEMPRE HE ESTADO CONTIGO Y TE HE CUIDADO DESDE EL OTRO LADO, ÉL TE DEJÓ A MI CARGO, ERES MI MISIÓN Y AHORA TODO SE ARRUINÓ… ¡¿PORQUÉ TENÍAS QUE SEGUIRME?! ¡NOS ARRUINASTE SARA!

Lo escuché y repetí sus palabras en mi cabeza un millón de veces en los segundos que demoró en decirlas.

- ¿He…? – fue lo único que logré articular. Por un momento pensé que me tomaba el pelo, pero no era así, su mentón aún temblaba con lo que había soltado. - ¿Tu… a qué te refieres con un guardián?

- Ángel… Ángel guardián para ti, aún cuando técnicamente el concepto fue creado por humanos y está equivocado ya que…- se detuvo- ¿No tienes nada que decir? ¿Entiendes lo que te digo?

Ángel. ¿Entendía bien?, él era un ángel… No, no era UN, era MI ángel guardián. Él me estaba diciendo la verdad, por lo menos lo creía, lo podía ver, nadie podría ser tan buen actor, por lo menos no él. ¿Estaría loco quizá?, pero por otra parte estaba su aparición de la nada, lo que había dicho el sujeto del buzo… todo parecía tener más sentido con ese sinsentido. Aún así seguía siendo una locura y quizá yo lo estaba aún más por creen en la posibilidad.

- ¿No me crees?...

- ¿Debería?...

- Es normal que tengas tus dudas, por eso pensé en hacer esto – y como si fuera poco todo lo que estaba asimilando él extendió un par de blancas alas de su espalda, ellas simplemente aparecieron de la nada, como si siempre hubiesen estado allí y se elevaron por sobre su cabeza, yo perdí el control sobre mis piernas y caí al piso.

Plumas comenzaron a desprenderse de sus alas y cuando tocaban el suelo se volvían negras.
Bien, digamos que lo había probado, el era un maldito ángel.

- ¿Asustada? Si quieres correr, este es tu momento.

Increíble como parezca no estaba asustada, por lo menos no como para huir, era la primera vez que lo veía realmente, a la cara y de frente, y sin razón no podía apartar la vista. Era hermoso, no era sólo porque claramente era demasiado guapo y el traje que traía le hacía ver aún mejor. Eran sus ojos café como el chocolate, su pelo rubio que contrastaba con el blanco y negro que creaban sus alas, sus manos grandes, la pequeña sonrisa de temor y satisfacción que le perseguían a cada minuto y esa sensación de paz que me embriagaba al verlo, felicidad y paz, él...él era… arte.

- ¿Sara? – Al escuchar mi nombre y verlo hacer desaparecer sus alas logré salir al fin de mi trance y prestar atención a lo que me rodeaba.

- No, no estoy asustada – dije mientras me paraba y sacudía mi ropa – sólo un poco molesta, ya sabes, porque al parecer tengo una familia muerta y un ángel que se preocupa que yo me mantenga feliz ¿Entiendes la paradoja?. Creo que alguien no ha estado asiendo bien su trabajo – dije intentando hacerlo sonar casual, pero al final igual había parecido acusatorio.

- Eso… no estaba en mi poder, no estaba en el poder de nadie.

Mi comentario había tornado la situación un poco más incómoda aunque no fuese lo que intentara, me dolía aún lo de mis padres, pero en el fondo sabía que eran cosas que nadie controlaba, ni siquiera alguien como él.

- Bien, creo que has logrado explicar la mitad de esta situación, pero ahora déjame preguntarte ¿Cómo es que nuestra relación de, em…  ángel invisible -humano cambió a… esto?

- No lo sé

- ¿No lo sabes? - ¿Enserio?

- Yo… cuándo me viste en el bar, casi salí corriendo, no entendía que pasaba.

- ¿Por eso me trataste así de… mal? Dios…

- Y luego te metiste en problemas y yo tuve que sacar tu trasero de ellos.

- Y luego me abandonaste, cuando estaba borracha.

- Yo no…

- No importa, enserio. Más bien, ¿Cómo no puedes saber cómo ocurrió esto? No puedes… ya sabes… preguntarle a él, allá arriba – le dije apuntando hacia el cielo y con la voz un poco más baja, por alguna razón de pronto me sentía muy observada.
    
- No es tan sencillo. No estamos hablando de pedir una hora al médico o para hablar con el jefe de tu oficina, él no nos atiende como a sus empleados, es más complicado que eso.

- ¡Bien! ¿Y entonces qué hacemos? ¿Quedarnos aquí atascados esperando que las cosas vuelvan a la normalidad o mejor aún, que vivamos juntos en mi casa para hacernos compañía.

- No dije que no había una solución – escupió molesto.

Bien, yo también volvía a estar molesta, su yo-no ángel era un chiquillo voluble y poco amistoso que le gustaba pelearse conmigo, O quizá sólo estaba frustrada, habían sido muchas cosas por una noche y necesitaba digerir todo, yo aún estaba en el periodo de una no-real aceptación a esta nueva situación. Suspiré un tanto porque entendía que este embrollo no se solucionaría por el momento y también porque no podía seguir cargando mi odio, miedo y frustraciones hacia él. Mal que mal era quien estaba aquí especialmente para ayudarme.

- ¿Cuál es esa solución entonces? – dije más calmada.

- Debemos ir a hablar con Marco, es un monje que vive en las montañas del sur de Escocia, él sabe sobre estas situaciones

- Bien, sur de Escocia… parece un largo viaje – dije sin ganas - ¿Podemos… volver al coche e ir a dormir por hoy? He tenido suficiente. – de pronto me sentía muy cansada.

Me miró un poco aturdido, pero no dijo nada, sólo asintió – está bien, ha sido un día agotador incluso para mi, vamos – la forma en que lo dijo había sido lo más gentil que alguna vez le escuchara, me estiró la mano y me guió al auto.

- Así que… Ángel Gabriel – solté de repente, había que admitir que era divertido.

- Sin comentarios.


Volvimos a la carretera y yo me acomodé en el asiento para dormir un poco, sin embargo, antes de hacerlo no pude evitar mirar su rostro por una vez más, él podía ser un idiota y un malhumorado, pero ahora sin querer lo veía como alguien mucho más cercano – es tu idiota y tu malhumorado – pasó la idea por mi cabeza ¿De adonde había venido eso? No, no, no Sara. Si antes lo miraste con otros ojos, eso quedó en el pasado. Él era un ángel, y tú eres a quien él protege. Eso es lo que tienen. Esa es su relación en la historia. 

shoujo | via Tumblr


PEQUEÑA NOTA DE LA AUTORA

Lamento que este relato se haya alargado taanto, realmente no era mi intención, la idea es que no sean tan largos pero realmente se me fue de las manos, la última parte es la 4 y espero saber qué tal les pareció. Saludos!.

2 comentarios:

  1. A mi me gusta y no quiero que termine, siempre quedo con la intriga de saber que va a pasar... Espero el proximo ! Bss.

    ResponderEliminar
  2. @Hana Sakura ~ :(((((((( A mi también me gustaria escribir más, pero me estaría descuadrando y quisiera seguir un orden, por lo menos esta vez.

    ResponderEliminar

Gracias! *.*, justo ahora haz usado tu tiempo en hacer feliz a una persona :D