Millones de criaturas espirituales caminan sobre la tierra invisibles, tanto cuando estamos despiertos como cuando dormimos ~ John Milton
CAPITULO I
- ¡Tómalo!,
!tómalo!, ¡tómalo! – repetían a coro la multitud de chicos que se encontraba a
mi alrededor.
Me detuve a pensar
un momento, quizás no era buena idea comenzar la semana con una brutal
borrachera, pero todos en la mesa miraban expectantes e impacientes, como los
perros cuando esperan que les lancen su hueso para empezar a divertirse.
- Lo haré, lo haré
– respondí finalmente mientras levantaba el vaso y me bebía de un sorbo todo el
vodka que había en él.
Dos horas más
tarde y con más de un vodka en el cuerpo todo dentro de la fiesta parecía más
animado, sin embargo, a pesar de tener buena resistencia al alcohol me era
difícil mantener en pie. Claudia y Alison, las chicas con las que había llegado
a este lugar, ya no estaban por ninguna parte – ebrias- pensé, y uno pude
disimular una sonrisa.
Hace un mes, esto
me hubiera hecho sentir la mujer más sucia y deprimente del mundo, ¿pero ahora?,
era el único medio para desconectarme un momento de la realidad. ¿Desde cuándo
había comenzado este plan de autodestrucción progresiva?, no era necesario
pensar mucho, lo sabía perfectamente. Hace ya un mes que mis padres habían
viajado a ver a mi hermano a Inglaterra y luego de eso nunca más los volví a
ver, el reporte oficial dice que fallecieron en el mismo instante en que el
avión se estrelló en medio del mar. Sus cuerpos jamás fueron encontrados.
Mi hermano aún erradicado
en Inglaterra, trata desde hace más de
10 años de recuperarse de sus adiciones. El accidente por ende no le vino muy
bien.
Antes de que ocurriera,
era la chica más normal que pudieran imaginarse, iba a un instituto de forma regular,
con amigos, un novio, sueños y una mascota, pero por el momento absolutamente
todo eso se había esfumado, y yo me había encargado de ello.
Al recordarlo me
pregunto si el camino que tomé sería el más normal o el más esperado en una
situación como esta, la llegada a este mundo de desenfreno, fiestas, alcohol y
excesos, fue algo nuevo y excitante, el placer de no pensar en nada más que el
momento me tranquilizaba y hacía volar a cualquier otro lugar en donde no
tuviera que recordar mi verdadera realidad. Todo parecía perfecto, pero pronto experimente
también el lado amargo de esta nueva forma de vida, cuando las luces se apagan
y no queda más que la porquería pudriéndose a tu alrededor.
Pero no era
precisamente a meditar sobre mi amarga vida que había llegado a esta fiesta, de
hecho era más bien lo contrario, quería divertirme y celebrar el no haber
reprobado los exámenes de admisión a la universidad, esta noche me sentía con
suerte.
Luego de unos minutos
parada en la parte alta de la pista de baile me di cuenta que un hombre me
miraba desde la barra de licores. Era de estatura promedio y bebía lentamente
el trago que tenía en la mano sin quitar en ningún momento la mirada.
Levanté mi copa en
señal de salud y él la respondió - coquetear no estaba prohibido en estas
fiestas – pensé. Pero la regla era nunca llevar el asunto más allá de unos
cuantos superficiales cariños.
No lograba verlo
del todo bien pero lo poco que reconocí, me gustó. Su solo desplante cautivaba
y la forma en que movía despreocupadamente el contenido de su vaso lo hacía
verse aún más interesante. Me acerqué lentamente hacia donde estaba él y
disimulaba mi interés conversando con uno y otro chico a lo largo del trayecto.
- ¿Te conozco? – Le
pregunté al hombre (más bien un chico de mi edad) mientras me sentaba a su lado
– porque me miras como si te debiera algo.
- Creo que te
equivocas conmigo – dijo mientras se giraba para quedar cara a cara frente a mí.
- Pero que serio
el hombre – respondí mientras me reía con esa actitud que revelaba mi avanzado estado
de ebriedad – creo que mejor me voy – concluí.
- Espera – dijo
mientras me tomaba del brazo – tienes razón, te estaba mirando.
- ¡Aja! Lo sabía –
quise acercarme para abrazarlo, mi cuerpo no respondía a mis acciones,
simplemente actuaba.
Parecía un tanto
molesto por haberme tocado y al momento que me acerqué se echó hacia atrás un
tanto desesperado. Me molestó su actitud pero no le dije nada, el alcohol ya se
había apoderado de mi voluntad.
- ¿Y por qué me
mirabas? – le grité, no sólo por lo molesta, el volumen del lugar hacía
imposible hablar de otra forma.
- Escucha, creo
que no debes acercarte a mí, mejor será que me vaya – y se escabulló
rápidamente entre la multitud.
Lo miré alejarse
por un momento, pero luego por un impulso poco normal en mí, me fui tras él.
Quise seguirle el paso pero luego de caminar unos cuantas cuadras me convencí
que lo había perdido, ahora, observando bien el lugar oscuro, alejado y
desolado donde me encontraba sentí miedo de que pudiera pasarme algo grave. Di
media vuelta para devolverme pero ya no sabía dónde me encontraba, pude ver un
grupo de chicos que me miraban con cara de pocos amigos pero intenté no
demostrar preocupación para que no descubrieran que estaba sola y perdida.
Poco duró mi
“camuflaje”, los tipos se fueron acercando cada vez más, y al percatarse que yo
me alejaba tomaron rumbo directo hacia mí. Yo no perdí el tiempo y me dirigí
hacia el sector donde se veía más luz, cuando ya los sentí muy cerca comencé a
correr, corrí, y corrí con todas mis fuerzas, tenía miedo y estaba congelada.
Doblé por una calle y luego me percaté que no tenía salida, ahí se me calló el
cielo, se murieron todas mis esperanzas y no pude hacer más que acurrucarme en
el sector más alejado para esperar mi destino.
Me tapé los ojos y
evité llorar porque si algo iba a pasarme no permitiría que vieran una gota de
debilidad de mi parte -¿Por qué demonios en este momento pensaba en mi orgullo?-. Esperé uno, dos, tres minutos y
no pasaba nada, nadie llegaba al lugar, de pronto, escuché unos gritos más
alejados, gritos de terror. No sabía si tranquilizarme o estar más asustada.
Finalmente salí y
no encontré nada. No pude decidirme a tomar un rumbo, todos parecían igual de
peligrosos y me quedé allí parada, luego de un momento de poner mi cabeza en su
lugar pude ver como una sombra se acercaba hacia mí, cuando ya estaba casi al
lado mío pude darme cuenta de quién era. El tipo de hace un rato.
- ¿No te dije que
no te acercaras a mí? – dijo tomándome del brazo.
- Pero…pero…-
balbuceé sin poder llegar a nada.
Miró hacia el
cielo y luego a la tierra, no sabía qué hacer, se notaba por la forma en que se
movía involuntariamente. No entendí bien la situación, pero sentí que había
algo entre nosotros, donde antes no había nada.
- Escúchame Sara,
voy a dejarte en un lugar seguro porque casi te matan aquí pero por favor no te
acerques nuevamente a mí, aunque me veas, haz como si no me conocieras – dijo
mientras intentaba arrástrame hacia la calle.
Comencé a pensar
en lo bien que sonaba mi nombre en sus labios (¿Sería esto también culpa del
alcohol?) y me pregunté cómo es que yo no sabía el de él aún… yo… un momento… no
nos alcanzamos a presentar… yo… nunca le dije mi nombre a este sujeto.
- ¡Hey!, espera un
momento – dije quitando mi abrigo de su mano - ¿Porqué sabes mi nombre? Y ¿Cómo
es que sabes que me perseguían? ¿Me estabas observando?
- Este… - miró el
piso nuevamente – no puedo responder esa pregunta.
- ¿Y crees que me
voy a ir con alguien que no puede responder esa simple pregunta? – Dije
altaneramente – me quedo aquí.
- Pero qué mocosa
tan arrogante – respondió entre dientes – está bien, te dejaré aquí entonces.
- Bien – dije al
fin.
-Bien – repitió él
y se alejó.
Al siguiente
instante en que abrí mi boca me arrepentí de lo dicho, la verdad es que si el
tipo me había salvado de los matones con los que me encontré quizá se merecía
un poco más de crédito y por último mucha gente sabe mi nombre sin que yo se la dijera, podríamos
haber solucionado el asunto en un lugar más tranquilo y por culpa de mi gran
boca ahora estaba sola nuevamente.
- ¡¡MALDITA SEA!!
– escuché gritar desde la dirección en donde se había ido el chico.
Miré y me percaté
que aún estaba en la esquina y que en vez de alejarse había vuelto a tomar
rumbo hacia donde estaba yo, disimulé mi alegría al verlo de nuevo a mi lado,
me había salvado.
- ¿Porqué tienes que ser tan terca? – me dijo
mientras me tomaba de nuevo por los hombros.
- ¿Y tú por qué
tienes que ser tan bruto? – alegué mientras intentaba zafarme de su gran y
fuerte mano.
- Vas a venir
conmigo, así sea lo último que hagas – y sin decir más, me tomó por la cintura
y me subió a su hombro. De un segundo a otro, yo me había transformado en… un costal de papas.
- ¡Bájame, maldita
sea, sé caminar! – grité desesperada al animal.
- Sabes caminar,
pero no razonar, así que yo razonaré por ti.
- Sí, claro, muy
razonable llevarme a cuestas, ¡Bájame! ¡Bájame! – gritaba mientras le golpeaba
la espalda.
No escuché una
sola palabra de más de él. Aguantó estoicamente mis golpes, mis gritos y los
insultos. Simplemente lo ignoró todo. Luego de 10 minutos me cansé y
simplemente no hice nada más, el maldito no me dejaría ir aún cuando lo suplicara.
- Bien, te
calmaste, así callada hasta pareces una persona nuevamente – dijo en un tono
sarcástico que me hizo hervir la sangre – Ahora necesitamos hablar – y con la
misma rapidez con la que me había tomado, me bajó.
- Así que ahora el
señor Rocky La Resurreción quiere hablar… bien, pues no me interesa, me largo –
mi vergüenza, el alcohol, el miedo… era demasiado por una noche, y quería
volver a casa.
- No seas una
mocosa malcriada, tú fuiste la que primero me siguió cuando no tenía que
hacerlo y ahora nos metiste en un gran lío, tú ¿Entiendes lo que has provocado?….
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Bien, aquí dejaré la historia porque soy una persona muy pero muy malvada.... qué creen?...debería continuar? :) Espero sus comentarios. Panchii ~
ESTA BUENISIMA! es la muerte como Dank Walker o un angel como Patch o quizas... algo más fuerte y sobrenatual? me encantan las historias con su pizca de fantasía me resultan refrescante porfavor continua. Btw: Sii es que borre mi twitter los otros links de mis redes sociales funcionan perfectamente~
ResponderEliminarun abrazo y saludos (espero ver pronto tu prox entrada!)
-Yume
Wow- Leí, leí , leí haces que uno no pare, tambien opino que debería continuar :D
ResponderEliminar@Yumeni
ResponderEliminarGracias!, Es.... no sé como son aún, es lo que siempre me pasa, no sé lo que harán mis personajes hasta que comienzo a escribir. Ellos se escriben solos a mi parecer ^^.
Voy a seguir, si a ti te gustó, entonces lo voy a seguir >:)
@Reymundo Saldaña
ResponderEliminar:DD Muchas gracias, para un escritor aficionado es muy reconfortante que se valore el trabajo.
Me atrapo, tengo que seguir leyendoooooo !! Jajaja por favor sigue ...
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