Reseña #33: El guardián entre el centeno (J.D. Salinger)

El guardián entre el centeno 

Autor: J.D. Salinger 

Publicación: 1951 (2001) || Idioma: Español Páginas: 277.  Género:  Clásico. Adulto joven. Autoconclusivo 

"Las peripecias del adolescente Holden Caulfield en una Nueva York que se recupera de la guerra influyeron en sucesivas generaciones de todo el mundo. En su confesión sincera y sin tapujos, muy lejos de la visión almibarada que imperaba de la adolescencia hasta entonces, Holden nos desvela la realidad de un muchacho enfrentado al fracaso escolar, a las rígidas normas de una familia tradicional, a la experiencia de la sexualidad más allá del mero deseo.".

Jerome David Salinger (Nueva York, 1 de enero de 1919 – Cornish, Nuevo Hampshire, 27 de enero de 2010)1 fue un escritor estadounidense conocido principalmente por su novela El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye en inglés), que se convirtió en un clásico de la literatura moderna estadounidense casi desde el mismo momento de su publicación, en 1951. El autor falleció a los 91 años por causas naturales.

Esta reseña no contiene spoilers y de hacerlo son debidamente avisados 

Cuando pienso que este libro es de 1950 aún no me lo puedo creer. Les cuento primero que esta lectura no la comencé por voluntad propia (vale, si por voluntad propia, pero no estaba en mis planes), sino que me uní en febrero a una LC (Lectura Conjunta) por Goodreads y de entre los 3 libros que había para escoger, éste fue el que más me llamó la atención. Y les cuento con una sonrisa en la cara que le apunté al gordo.

"Tenía sangre por toda la boca, por la barbilla y hasta por el batín y el pijama. En parte me asustó y en parte me fascinó. Me daba un aspecto de duro de película impresionante. Sólo he tenido dos peleas en mi vida y las he perdido las dos. La verdad es que de duro no tengo mucho. Si quieren que les diga la verdad, soy pacifista".

A la vez que leía After (mi más última y fracasada lectura) me sumí en la vida de Holden Caulfield, un chico de 17 años que narra, en primera persona, unos pocos días de su peculiar forma de ver el mundo. Desde las primeras líneas, la narrativa juvenil y desenfadada del protagonista atrae al lector "Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí,y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso."

Así inicia lo que sería una cita con los pensamientos más profundos de nuestro protagonista, un chico que se siente sumamente inadaptado a una sociedad falsa y corrompida, que repudia desde lo más hondo de su ser pero a la que sigue de igual forma. Aún cuando su familia es de buena situación económica, tiene padres comprensivos y tiene unos hermanos a los que quiere mucho (me encanta en especial la adoración que le profesa a su hermana pequeña Phoebe) Holden se siente solo y necesitado, recurriendo en muchas ocasiones a las personas que ama-odia por momentos.

Sus grandes y extensas divagaciones acerca de toda clases de temas hacen que en realidad no pasen muchos días dentro del libro, constantemente debe frenarse con un "Pero como les iba diciendo" para seguir explicando las cosas, aunque pocas veces puede dejar bastante claro lo que quiere expresar. Su personalidad es muy compleja, es un chico frágil, narcisista, depresivo, espontáneo, generoso, expresivo y pacifista, y por lo mismo, es un desafío (pero de los buenos) seguir sus pasos. Su curiosidad hace que saltemos de temas como la forma en que se comporta la gente en sociedad, pasando por la amistad, el romance y el sexo hasta otros mucho más triviales como el cine y la literatura. Holden se deja llevar por la corriente, y es la razón por la que a cada momento me tenía pensando qué se le ocurriría hacer, me parecía una caja de pandora: cualquier cosa podía salir de sus pensamientos.

"Al fin vi a Sally que bajaba por las escaleras y me acerqué a recibirla. Estaba guapísima. De verdad. Llevaba un abrigo negro y una especie de boina del mismo color. No solía ponerse nunca sombrero pero aquella gorra le sentaba estupendamente. En el momento en que la vi me entraron ganas de casarme con ella. Estoy loco de remate. Ni siquiera me gustaba mucho, pero nada más verla me enamoré locamente. Les juro que estoy chiflado. Lo reconozco."

Lo que más me gustó del libro fue el estilo del escritor, ya que es sumamente fácil de leer y tiene las frases típicas de un adolescente: abundan los ¡jo!, "hacer el indio" o los -ísimos (falsísimo, malísimo, guapísima) y aunque eso a algunos les puede molestar, a mi me hacían más amena la lectura. Me reí en muchas ocasiones con las ocurrencias de Holden, su forma de ver la vida, tan confusa y a la vez tan clara, llena de reflexiones y en ocasiones muy filosóficas hicieron que se transformara en uno de mis personajes masculinos favoritos.

Uno de los momentos en que más conecté con el protagonista fue cuando decidió contestarle a su hermana una pregunta que a esas alturas todos nos hacíamos... ¿Qué es lo que realmente le gusta o quiere Holden? La pequeña cita a continuación nos da la respuesta, a la ve que revela la razón del título del libro (si no quieres spoilear esta parte, sáltatelo como un ninja)

"—Creí que era, «Si un cuerpo coge a otro cuerpo» —le dije—, pero, verás. Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adonde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería, pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura.."

Lo que no me gustó del libro fueron cosas tan insignificantes que en esta ocasión no merecen la pena de hacer mención. Por esta clase de libros, en que inicio sabiendo que tienen medio siglo encima y que luego olvido a los 5 minutos, es que amo leer: son atemporales y aperiódicos, seguramente lo disfrutaré de la misma forma la próxima ve que decida leerlo y seguramente sacaré muchas otras cosas en limpio. 

"En resumen un libro fantástico que no puedes dejar de leer. Con una narrativa fácil y ligera y un personaje increíblemente motivamente, podemos adentrarnos en los temas que más nos preocupan como adolescentes. Y Holden, un chico algo confundido aún, nos explica cuál es su filosofía de vida"