El cambio es cambio y no hay manera de cambiarlo

            Cuando son casi las 9 en esta fría noche de viernes recuerdo nuevamente cuando tan sólo tenía 9 o 10 años y un viernes significaba poder quedarse hasta tarde viendo la película "familiar" que pasaban por la tele. Poco queda de eso, 10 años después, y con una rumba de deberes que terminar para el lunes, el viernes no es nada más que el comienzo de la pesadilla. 

¡Qué animada he vuelto esta entrada! suele suceder pero no es eso lo que pretendo, como siempre en mis noches filósofas, es más una pequeña reflexión la que quiero lograr, para mi, quizá para algún lector, por lo menos eso espero. 

¿Cuándo fue la última vez que me senté a mirar una mariposa batir las alas luchando por posarse en una flor de primavera? 

       

           Dios, seguro más año de los que me permitiría reconocer. Es que no hace mucho hubiese entregado toda mi mesada a quien me llevara a lo alto de una montaña en ese mismo instante, a quien me permitiera ver un amanecer, a quien entendiera lo que hay más allá del horizonte.... 

No hace mucho, habría tomado mi mochila y me habría largado a recorrer el mundo, con un cuaderno y un lápiz, habría cantado en frente de un escenario con un millón de personas, habría visitado al principito, habría tomado un té con alicia y el sombrero. No hace mucho lograría ser una bailarina, astronauta y superhéroe, no hace mucho.

Poco queda de tanta fantasía, de los juegos de niños y de las tardes de exploradora en el patio de mi casa. Poco queda de lo que pretendí ser, de lo que no pretendía también. Poco porque el tiempo no pasa en vano, porque el día a día es tan real que puedes verlo en tu cara, en tu ropa, en tu mirada.

Y si algo no quería hacer era crecer. Porque DA MIEDO. Es terrorifico, es como si un día tu madre te arropara en la noche y al otro no sabes siquiera donde queda tu habitación. Y cuando se esta sólo es aún peor, es aún más palpable la soledad y la carencia, es aún más evidente la auto-estupidez de la auto-valencia, porque nadie te entrena para estar solo, nadie quiere sentirse solo.

Y el mañana es más incierto, más oscuro que antes. 

Pero aún hay un halo de esperanza, no esta todo perdido, nunca esta todo perdido. Se ha ido la pequeña, para bien o para mal, se ha ido. Y la grande, la madura, ha quedado huérfana, esperando que podamos tomarla y guiarla, enseñarle el rumbo. Eso es lo que somos, somos NOSOTROS AYUDÁNDONOS A NOSOTROS, porque hemos nacido solos, porque nuestra propia lucha nos ha llevado donde estamos, porque no hay mejor aliado que tu propia fe. 

Crecer da miedo. da más miedo que la cresta en buen chileno Pero da más miedo crecer y no darnos cuenta, ocultarlo y caminar como temiendo romper aquello, romper la fantasía de que mamá nos sigue arropando en la noche. Si podemos ver aquello y recordarlo con cariño, y luego seguir adelante, abrazar tu valor y seguir adelante, ya has hecho mucho más que cualquiera.

PD: Excelente FIN DE SEMANA MUNDO! Panchii.