miércoles, noviembre 16

Untitle: Capitulo 3 (Parte II)


                                                     CAPITULO III                                                     


NUEVA FAMILIA

- ¿Luca? - Elena…Sal de aquí. - ¡Luca!, ¿Por qué estás tú aquí? - De ahora en adelante somos  enemigos Elena, tienes que cuidarte de mí, la próxima vez que nos veamos, tendré que matarte
-¿Porqué siempre dices lo mismo? - Elena, te voy a matar. - No…Luca, ¡Luca!

- AAAAAAAAAAAAH!

- Señorita, disculpe ¿Se encuentra bien?

- ¿Qué? ¿Dónde estoy?

- Esta en el avión rumbo a Ravenholm ¿Está todo bien?

- Sí, sí, gracias. Perdón, tan solo tuve un mal sueño.

Un sueño. Nuevamente el mismo sueño. 

Me había quedado dormida en el vuelo y no me había percatado, probablemente a causa de las nuevas (y extremadamente fuertes) pastillas que tenía recetadas. Mientras sacaba un libro de mi maleta para hojear un rato me perdí nuevamente en mis pensamientos, estos últimos días habían sido tan agitados con lo de mi traslado que claramente me estaba afectando el sueño.

Explicar todo de golpe es tan extraño, darle un significado a lo que me ha sucedido desde el día en que se me reveló el extraño secreto de lo que soy realmente parece una hazaña casi imposible, sin embargo estoy decidida a limpiar mi mente, a ordenar los hechos. 
Luego que Luca se fue quedé devastada, eso es cierto, los hospitales volvieron a ser una realidad para mí, también es verdad, todos comenzaron a rechazarme nuevamente tal y como lo hacía la gente cuando vivía con mis padres, ciertamente sí, las cuidadoras me ignoraban, definitivamente. Pero aún así y a pesar de todo, ninguna de esta serie de catastróficas desgracias es realmente lo que recuerdo de aquellos años, al contrario, son las memorias más alegres las que al final se quedaron en mi conciencia hasta el día de hoy.  
Luego de unas semanas de la partida del Hunter acabé por convencerme que si antes había podido estar sola, entonces simplemente volvería a lo que hacía cuando todos me ignoraban, en las terapias con los psiquiatras me convencieron de que lo que yo veía no eran más que alucinaciones provocadas por la pérdida de mis padres, o por mi propia imaginación. En un principio intenté rechazarlos y abstenerme de tomar los medicamentos, pero poco a poco comencé a creer en esos hombres de bata blanca, después de todo, eran las únicas personas que escuchaban lo que tenía que decir, así que fui convenciéndome a mi misma que todo lo que había pasado era mentira, que lo que veía no eran más que engaños de mi cerebro. 

Para ayudarme solía esconder la cabeza entre las piernas cuando alguno de los espíritus llegaba hasta mí y me repetía una y otra y otra vez que no era real, que no estaba sucediendo. Al principio mis fantasmas me atormentaba, me suplicaban ayuda, algunos me empujaban y otros me hablaban con violencia, pero cuando les comentaba estas cosas a los doctores me explicaban que esas cosas las experimentan también otras personas con esquizofrenia o sicosis, ya que el cerebro puede ser bastante persistente cuando cree que lo que ve es real. 

Luego de pasado unos meses, cuando ya parecía que todos mis esfuerzos habían sido en vano y tendría que internarme, de pronto, de un momento a otro, dejé de verlos, dejé de sentir a los fantasmas. Fueron por estos días también que conocí a Claus.

Claus no era un chico común, o por lo menos no se parecía al resto de los del orfanato. Siempre tenía una sonrisa en el rostro, era el primero en los estudios, el más querido por los niños y muy hábil en todos los deportes que practicaba. Los rumores contaban que sus padres lo habían traído aquí de paseo y luego se habían olvidado de él, pero yo no creía algo tan absurdo como eso, ya había aprendido que los rumores sobre las personas son el 99% de las veces, falsos.

Una tarde en la que me encontraba más cansada de lo habitual me acosté en mi cama para descansar un poco, ese día en la mañana había tenido una cita con el médico y siempre me inyectaba cosas diferentes que me hacían quedar somnolienta.

Mientras leía el libro “Mujercitas” de Louisa M.S. me percaté que alguien me observaba desde la ventana. Por un segundo sentí miedo, pero ya había pasado tantos meses atemorizada de todo lo que me rodeaba que me obligué a mirar lo que era. Grande fue mi sorpresa al darme cuenta que detrás de la ventana semiabierta de mi habitación se encontraba este extraño chico, el que todos llamaban “Claus”; me miraba fijamente, pero al darse cuenta que yo también lo miraba apartó la vista y por un momento todo parecía haber acabado, sin embargo, no fue así. 

- ¿Qué haces ahí? – pregunté mientras me acercaba a la ventana.

- Nada… - dijo mientras empujaba las cortinas para poder verme más claramente. 

- ¿Por qué estas fuera de mi ventana? – dije mientras me apoyaba en el espacio rectangular que se formaba. 

- Simplemente te estaba observando, ¿Por qué no juegas con el resto de los chicos? – Preguntó repentinamente - Hace poco les faltaba una persona para completar los equipos.

- No creo que me hubieran aceptado, de seguro hubieran pensado que quedarían malditos – respondí no sin dejar entrever una chispa de sarcasmo.  
  
- Podría haberte ayudado a entrar…-dijo mientras se acercaba un poco más hacia mi rostro.

Cuando me di cuenta de la forma en la que estábamos hablando algo casi instantáneo me hizo pensar en la mítica escena de Romeo y Julieta de William Shakespeare, aquella en que se encuentran en el balcón, y me fue imposible no sonreír ante una idea tan absurda como esa. 



-¿Qué pasa? – preguntó Claus al darse cuenta que había perdido mi atención por unos instantes.

- Nada… - dije intentando imitar su primera respuesta.

- Realmente no eres como todos dicen – dijo mientras terminaba de escalar la ventana para entrar a la habitación, ventana que por cierto era bastante alta dado a la plataforma en que estaba construido el orfanato – la primera vez que pregunté por ti quedé con la impresión  de que eras una especie de bruja-demonio-trastornada, pero no eres nada parecida a algo así.

- Tú… ¿preguntaste por mí? – dije algo desconcertada.  

- He… si – miro por un momento al piso, pero luego volvió a mirarme a la cara – ya sabes, por lo de los rumores y todo eso, la verdad es que nunca los creí porque el 99% de las veces son falsos, por eso quería hablar contigo y conocerte un poco ¿Está bien?

- No lo sé… - me había tomado por sorpresa, esta persona parada enfrente mío no me tenía ningún miedo, al contrario, quería conocerme ¿No era eso desconcertante? – si tu quieres, creo que está bien… Pero ¿Por qué quieres conocerme cuando pareces estar rodeado de tanta gente?

- No lo sé… solo sé que irradias algo extraño que me atrae, como una paz, una luz que nadie más tiene en este lugar – luego se frenó un poco y me sonrió – por cierto es un cumplido, creo que eres especial, pero en el buen sentido.

- Vaya es primera vez que me dicen algo así – toda mi vida la gente me asimilaba a cosas oscuras, misteriosas, como los duendes y las brujas, por eso era extraño escuchar eso – Entonces, creo que diré “Gracias”.

- Entonces yo diré “De nada”. 

Desde ese día que Claus, nunca más se separó de mi lado. Como no se me permitía comer con los demás, comenzó a escabullirse para acompañarme a desayunar y almorzar, me sacaba a pasear por el patio y a cambio yo le leía los libros que el Sr. Knight me traía de regalo, no porque no supiera leer, sino porque decía que era más entretenido cuando lo hacía yo. No había día en que no viniera a buscarme para hacer algo nuevo, su personalidad era impulsiva y extrovertida, siempre quería salir a algún lugar nuevo y debido a su excelente comportamiento tenían un trato muy especial con él las cuidadoras y cada vez que pedía algo, se lo concedían, era algo así como el niño consentido. 

Poco a poco se hizo más cercano a mí, los días pasaron, los meses, los años, nos fuimos haciendo más grandes, maduramos juntos y aunque nadie entendía cómo el chico más amable de todo el orfanato podía pasarse el día con la loca del lugar, a él no le importaba y debo decir que yo disfrutaba de la atención que me entregaba. 

Se transformo lógicamente en mi mejor amigo, apreciaba muchísimo todo lo que hacía por mí, había sido la mano salvadora que me había sacado de la soledad en la que me encontraba y en la que finalmente me hubiera hundido completamente de no haber sido por su ayuda, él por su parte comenzó a llamarme “LENA” de cariño. Hubo un momento en que ya parecía que era la parte más fundamental de mi vida, que no había nada ni nadie más importante que él… o por lo menos eso creía yo.

A lo largo del tiempo también conocí un poco más de su vida, como bien lo suponía los rumores de su llegada al orfanato no eran más que mentiras. La verdad era que sus padres habían muerto cuando él tenía apenas 4 años en un accidente de autos del cual él salió ileso gracias a la protección de su madre. Aquellas personas que lo habían traído no eran otras que los que los policías que lo habían rescatado.

Otra cosa importante que supe es que su nombre no era Claus como todo el mundo le decía, sino Nicklaus, el mismo nombre que su abuelo, un extranjero que había llegado a la ciudad escapando de la guerra. Me contó sobre sus deseos de convertirse en músico y yo me quedaba escuchándolo atentamente, proyectando con él sueños imposibles para cualquier ser humano, pero que nos transportaban a otro mundo, un mundo de fantasía, de posibilidades infinitas, de alegría, de irrealidades, uno en el que no éramos dos huérfanos sin padres y sin familia, sino tan solo Elena y Nicklaus. 


PANCHII: WOOOW! 

Creo que esto si que se los debía!, lamento no haberlo tenido antes pero aún esperaba por mi cuaderno ( u.u si, nunca llegó) pero ya me resigné así es que 5 capitulos de Untitles nunca verán la luz xD, serán como la versión innedita, lo nunca dicho, el detras de cámara de la novela jajajaja... Si chicas, no es que no me importe que se hayan perdido o me haya vuelto loca, pero ¿Es que tengo que ponerme a llorar o dormirme "en los laureles" como dicen por acá porque algo se complicó (que por cierto para la que no entienda es echarse a hacer nada). 
NO!, yo no soy así para nada ^^.
Ahora que ya finalmente me resigné comencé a pensar de nuevo.
Besos y abrazos. Espero les guste el capitulo que si lo pensamos bien debería estar aún mejor que el original porque ya tenía una idea de antes. 
XOXO
Admin.

9 comentarios:

  1. aw, qué precioso el capítulo :3
    Claus(L)
    Un besito!

    ResponderEliminar
  2. Holiss soy Lectoraaa ^^ ya te sigo, me sigues tú a mi?? Mi blog se llama:
    www.elrinconcitodelectura.blogspot.com

    Por cierto, muy bonita tu historiaa me gusta mucho!!!
    Besos.
    Lectora ^.^

    ResponderEliminar
  3. Panchii, me encanto el capii^^
    Esperare al proximooo.
    Muaksss

    ResponderEliminar
  4. Me encanto *__* perdón por no leerlo antes, pero es que había estado con exámenes, bueno aun lo estoy xD hermoso! Ya quiero saber mas de Claus ;) un beso guapa y cuidate <3

    ResponderEliminar
  5. Me encantó :) no hay duda que tienes talento para escribir ^^
    creo que me enviciaré con esta novela :P
    Espero el proximo cap ^^

    ResponderEliminar
  6. Muchas gracias, en realidad intento poner todo mi conocimiento cognitivo y de redacción que tengo y realmente trato de cometer los menos errores posibles aunque sé que tengo que ir creciendo cada día :)
    XOXO
    Panchii

    ResponderEliminar
  7. Me encanto ^^
    Una historia muy original...y el cap te quedo de 10 :D

    Quiero saber que paso con Luca...pero no me digas que Claus no vuelve a aparecer :( porque me gusta como los planteaste a los dos protagonistas!!

    Ah ah...la portada se me hace que queda muy bien con la histo :D No se si te habia dicho ya...
    Espero el prox cap! besos

    ResponderEliminar
  8. @vani
    Sigo leyendo!!
    Espero que Claus continúe saliendo, me encantó!!!

    ResponderEliminar

Gracias! *.*, justo ahora haz usado tu tiempo en hacer feliz a una persona :D